domingo, 17 de abril de 2011

Felices vacaciones

Hoy simplemente quería despedirme de vosotros, pues no podré escribir debido a que me iré de vacaciones. También quisiera promocionar mi otro blog, el que he hecho junto a un amigo y que es igual o mejor que este. Para demostraros un poco como es el otro blog aquí os dejo una entrada tal y como la escribí:

¿Nunca habéis pensado en lo corta que puede llegar a ser una vida? Pensadlo. Pensar en el momento en el que llegasteis al mundo, aunque sólo sea al ver las fotos y vídeos de cuando erais pequeños y os divertíais al tan sólo observar una hormiga, jugar con el barro o meceros en el columpio. Pensad en vuestro primer cumpleaños. En el quinto, cuando recibisteis ese primer triciclo, muñeca o consola, lo que sea, con tal de ser felices. Pensad en vuestro primer examen, en vuestro primer amigo, la primera vez que tocastéis un balón, el primer beso, la primera caricia, el primer "te quiero", el primer llanto, vuestro primer disfraz, vuestro primer enfado, vuestro primer libro, vuestra primera película, vuestro primer sueldo, vuestro primer amor.
Ahora pensad y reflexionad: éstas son páginas ya pasadas del libro de la vida, que no volveremos a leer, aunque queramos. Sólo podremos recordad y pensad cómo eran, como han sido, pero no tendremos oportunidad de reabrir el libro por esas páginas. Ojala pudiéramos darle a rebovinar, y luego darle al play para poder revivir momentos felices, o retroceder para cambiar los malos. Pero no es posible. Hay que seguir leyendo. No hay tiempo que perder.
Y seguimos. Despacio. Sin prisa pero sin pausa. Hemos llegado a los capítulos amorosos. Aquellas miradas; aquellos besos; aquellas caricias; aquellos "te quiero"; aquellas agarraduras de mano; aquellos momentos con ella o él. Pero ya lo hemos leído. No podemos volver atrás. Sólo queda recordar. Seguimos leyendo.
Llegan los malos momentos. Aunque no nos guste seguir, hay que continuar leyendo. No podemos parar, viendo como una lágrima cae en la página y la curvatura de nuestros labios se mueve lentamente hacia abajo. Un deseo de no continuar nos envuelve, el sufrimiento aparece tras cada página. Pero no podemos parar.
Han pasado los momentos malos. Llegamos al ecuador del libro. Ves que una persona ahora vive junto a ti. Un acompañante está contigo, para lo bueno y para lo malo. Observas que llegó a tu vida cuando menos te lo esperabas, o puede que ya conocieses a esa persona desde hace tiempo. Lo importante es que ahora estáis juntos, que vives los mejores momentos de tu vida con ella. Más tarde, un nuevo compañero se os une. Es muy pequeño, pero increíble ya que vino al mundo hace muy poco. Poco a poco las páginas se van acabando...
Pero hay que seguir leyendo. No podemos parar.
Ves que tu pequeño acompañante se hace mayor. Ves que deja aquellos juegos de pelota para coger los de consola. Ves que cada día sale más. Ves cómo deja los juguetes para pensar en chicas/os. Y ves cómo decide, un día, irse. Dejas el trabajo, ya no es lo tuyo. En tu cara proliferan las arrugas de la madurez y tu cuerpo ya no es el mismo que en las primeras páginas cuando estaba preparado para aguantar ante la adversidad. Ya queda menos para el final...
Las últimas páginas están arrugadas y la soledad llama a tu puerta. Ves que tu primer acompañante, tras una vida junto a ti, te abandona. Un gran peso recae sobre ti. No esperabas este mazazo tan grande. No te lo crees. Ahora estas sólo. Pero hay que seguir leyendo. No puedes volver atrás.
El último capítulo se planta ante ti. Lees despacio, intentando aprovechar las últimas páginas, saborearlas; pero poco a poco llega el final y no puedes evitarlo. Tratas de apartar la vista, pero te ves incapaz; ya es tarde.
No puedes seguir leyendo. La luz se apaga...
Sólo queda recordar...

Bueno espero que os guste y que paséis unas felices vacaciones.
¡Hasta la próxima!

3 comentarios: